miércoles, 26 de marzo de 2014

Matriz Económica. La inflación está en la oferta

cash
Domingo, 9 de marzo de 2014
La inflación está en la oferta

Matriz Ecónomica

     

Por Ricardo Romero
Nuevamente, los agoreros monetaristas vienen con sus diagnósticos neoclásicos y sus recetas neoliberales. Simplificadamente sostienen, como dictamen indiscutible, que el problema inflacionario es el despilfarro de gasto público que lleva al gobierno a la emisión monetaria sin respaldo y la respectiva tendencia inflacionaria. Sencillamente un exceso de demanda que se corrige con ajuste a la misma para readaptarla a la oferta. Esta prédica monocausal parte de un razonamiento a-histórico que no contextualiza situaciones en los cuales esta relación carece de valor explicativo o no ve las causas de la inflación.
Es que la relación del gasto con el déficit fiscal depende también de la capacidad de recaudación o de endeudamiento del Estado y a su vez de la oferta, o sea su capacidad de reacción ante la demanda. Este sencillo planteo permitiría pensar otra salida: incrementar la oferta u obtener nuevos recursos fiscales, sencillamente para evitar los flagelos sociales que implica una reducción presupuestaria, variable que los economistas de cuño liberal consideran exógena. Por otra parte, este vulgar razonamiento evita analizar problemas de tipo estructural de la economía, que realmente son las causales de la Inflación.
No se puede pensar la estructura de precios de la economía argentina sin considerar el sector externo, que como productora de alimentos y tomadora de precios internacionales está condicionada por el tipo de cambio y los vaivenes del mercado internacional. Para colmo de males, el sector exportador, que provee las divisas, es diferente al importador que las demanda, generando presiones sobre la apropiación de beneficios, propiciando la devaluación o el traslado de precios internacionales al mercado local, que al poder colocar la producción en el exterior poco le preocupa que se reduzca el consumo interno.
Por eso, es correcto tratar de buscar acuerdos para cuidar los precios; sin embargo, en el largo plazo, a fin de evitar esquemas espiralados que provoca la puja distributiva, pero es necesario repensar la estructura productiva agraria, algo que supere el mecanismo de retenciones, que en definitiva termina siendo evadido o cuestionado por ese poder concentrado. De hecho, ahora se impuso un sistema de tipo de cambios múltiples (oficial, turismo, ahorro, liqui, no-oficial), un instrumento interesante para orientar los intercambios internacionales.
Obviamente cambiar la matriz económica implica un problema de poder, que parte de una visión donde necesariamente sostiene que se debe avanzar en la regulación del comercio exterior y en la responsabilidad del Estado de garantizar la producción de alimentos de nivel básico para millones de argentinos que terminan perdiendo ante el voraz accionar monopólico, real causa de la inflación. La economía política deja paso a la política.